La luz de la mañana, el aroma salado en la brisa, el golpe limpio de un drive elevándose hacia el cielo azul catalán. Para quien se aloja en Sitges, el golf no solo está disponible: es excepcional. En menos de una hora encontrarás un conjunto de recorridos de 18 hoyos completos, cada uno con personalidad propia, que ofrecen mucho más que una partida. No se trata de pitch-and-putts ni de recorridos de nueve hoyos, sino de lugares donde cada vuelta se convierte en una historia que llevarse a casa.
Antes de sumergirnos en nuestra selección de clubes alrededor de Sitges, empecemos por el tesoro local más evidente: el Club de Golf Terramar. Situado en la propia Sitges, Terramar acoge golfistas desde 1922. Sus fairways se extienden a lo largo de la costa, con hoyos que rozan tanto el mar que casi se puede saborear. Es elegante, histórico y relajado: el campo que define el golf en Sitges. A los visitantes les encanta su equilibrio entre grandeza y accesibilidad: un lugar donde un jugador experimentado puede perseguir una vuelta seria mientras sus amigos con hándicaps más altos disfrutan igualmente de la jornada. Es la elección perfecta para quienes quieren comodidad sin renunciar a la calidad. Se puede jugar aquí un día tras otro y siempre merece la pena.
Pero para quienes buscan una misión más seria y están listos para salir de Sitges, hemos reunido cinco clubes muy valorados que amplían las posibilidades. Todos merecen el breve viaje.
1. Real Club de Golf El Prat (Terrassa)
Jugar en El Prat es entrar en la élite del golf español. Aquí se encuentran reputación y desafío. Con nada menos que 45 hoyos diseñados por Greg Norman, es un campo al que se puede volver una y otra vez sin repetir el mismo reto. El terreno combina colinas onduladas con zonas boscosas, lo que hace que la colocación pese más que la potencia. Los bunkers están estratégicamente situados, los greenes son rápidos y hasta los pares 3 más cortos exigen precisión. Para los jugadores serios, es un auténtico terreno de estrategia.
Más allá del recorrido, el ambiente refleja su larga historia. Fundado hace más de un siglo, El Prat ha albergado más de 250 campeonatos nacionales e internacionales. La casa club es refinada pero acogedora, con una terraza que domina la zona de prácticas donde se mezclan socios y visitantes. Sus instalaciones son extensas: amplio campo de prácticas, varios greenes de putt y una zona de juego corto ideal para calentar o incluso para pequeñas competiciones amistosas antes de salir. Es un lugar donde un grupo puede pasar todo el día, combinando práctica, distintos recorridos y un encuentro final
en la elegante casa club.
El prestigio también importa. El Prat transmite una confianza tranquila, la sensación de estar en un sitio con reconocimiento internacional. Pulido sin ser pretencioso, consigue un equilibrio que lo hace inolvidable.
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2. Infinitum Golf (Tarragona)
Infinitum se ha ganado su puesto entre los destinos más admirados de Cataluña. Su fuerza está en la variedad y el ambiente. Pocos clubes en Europa ofrecen tres recorridos tan distintos en un mismo lugar.
- Lakes Course, diseñado por Greg Norman, serpentea entre cañaverales y lagos, con aves sobrevolando. Exige precisión y calma, especialmente en días de viento.
- Hills Course asciende entre pinares y ofrece amplias vistas al Mediterráneo.
- Ruins Course, un compacto recorrido de 9 hoyos, se juega entre restos arqueológicos romanos: golf con historia bajo los pies.
Tras el hoyo 18, la experiencia continúa en cualquiera de sus dos modernas casas club, ambas con vistas espectaculares. Las áreas de práctica y una pro shop bien equipada aportan profesionalidad sin perder frescura, y hasta cuentan con centro de fitness. Los no golfistas tampoco se quedan atrás: el cercano Infinitum Beach Club ofrece piscinas, cabañas y otra forma de disfrutar la visita.
3. Golf Costa Daurada (Tarragona)
Costa Daurada respira Mediterráneo: olivos, pinos y terreno ondulado marcan un recorrido inconfundible. Los hoyos iniciales parecen amables, pero varios fairways se estrechan de repente y los últimos nueve premian la precisión. Los tees elevados ofrecen vistas abiertas del paisaje, mientras que los golpes entre árboles centenarios transmiten una sensación atemporal.
Lo que lo distingue es su versatilidad. Golfistas de distintos niveles disfrutan sin que nadie se sienta excluido. Para grupos y familias, esto es clave. Algunos encuentran un recorrido amable, otros un reto en los doglegs y greenes escalonados. Las instalaciones van más allá del golf: pádel, tenis, piscina y
gimnasio, lo que permite incluir a todos. El restaurante sirve contundentes platos catalanes, perfectos para comentar las mejores (y peores) jugadas del día.
4. Club de Golf Barcelona (Masia Bach)
Masia Bach es lo más parecido a un campo de campeonato clásico. Diseñado para acoger competiciones internacionales, su recorrido principal se extiende entre largas calles, con bunkers y obstáculos de agua que recompensan un juego valiente pero cuidadoso. Los pegadores disfrutan de espacio para soltar
drives, mientras los greenes inclinados mantienen alerta a los especialistas del juego corto.
Dispone también de un recorrido ejecutivo más corto, perfecto para calentar o para quienes prefieran algo ligero. Las instalaciones de práctica son sólidas, con campo de prácticas y zonas de juego corto. Todo ello enmarcado por viñedos y colinas que aportan un fondo muy catalán. Jugar aquí es refinado sin rigidez, ideal para grupos mixtos que buscan tanto el desafío de campeonato como una experiencia más relajada.
La casa club es conocida por su servicio atento y su buena gastronomía, lo que convierte la visita en algo más que golf. No es raro que los grupos prolonguen la velada con vinos y platos locales mientras el sol se oculta. Masia Bach logra un equilibrio de conveniencia, reto y ambiente que garantiza un gran día.
5. Club de Golf Montanyà (Parque Natural del Montseny)
Montanyà es otro mundo. En plena naturaleza del Montseny, ofrece un recorrido entre bosques y montañas. Diseñado por David Thomas, fluye por terrenos variados: hoyos estrechos entre árboles, otros abiertos en valles amplios. Los cambios de desnivel añaden dramatismo y la luz cambiante entre
el arbolado hace que cada hoyo sea único.
Montanyà suele ser la sorpresa. Menos conocido fuera de España que El Prat o Infinitum, figura sin problema entre los mejores del país. Quienes lo juegan recuerdan la tranquilidad, la belleza y el equilibrio entre lo natural y lo diseñado. La casa club completa la experiencia, un edificio rústico con vistas al paisaje y cocina basada en producto local. Quizás no sea el más famoso, pero para muchos es el más memorable.
Tú Eliges
Desde la calma marinera de Terramar hasta el prestigio de El Prat, desde el estilo resort de Infinitum hasta el encanto rústico de Costa Daurada, desde el equilibrio pulido de Masia Bach hasta la belleza natural de Montanyà — Sitges está rodeada de golf a escasa distancia. Cada recorrido ofrece 18 hoyos completos y todos están cerca de tu villa. Los grupos pueden escoger su estilo: social y elegante, tradicional y prestigioso, auténtico y mediterráneo, o sereno y paisajístico. ¿El denominador común? Todos están a menos de una hora de Sitges, todos ofrecen más que golf, y todos regalan nuevas aventuras y más historias que llevarse a casa desde algunos de los mejores campos de Cataluña.